viernes, 14 de noviembre de 2014

Cristobal Colón y la Bisexualidad




Cuando Cristobal Colón llegó a Abya Yala con su  hueste de ladrones y criminales, eufemísticamente llamados “conquistadores”, no llegó a tierras totalmente extrañas para él. Ya en el imaginario europeo de entonces se hallaban una serie de islas y tierras míticas allende las columnas de Hércules pobladas por seres extraños. Estas geografías imaginarias y utópicas como la Atlántida, la isla de Brasil o la isla de San Brandano estaban pobladas por blemias, cinocéfalos, antropógafos, amazonas y demás seres que alimentaban todo un imaginario sobre lo quimérico y lo tenebroso que se encontraba al margen de lo conocido. De hecho, “Mare Tenebrosum” es como se denominaba a la masa de agua que hoy comprende el océano Atlántico ( llamado así por la Atlántida) y el Pacífico ( porque tan tenebroso, se dieron al final cuenta, de que realmente no era). Como dato curioso se podría también mencionar que un estado de Abya Yala hoy en día se llama Brasil (como la isla mítica) y la selva que se encuentra en gran parte de su territorio (y en el de otros estados) se denomina la “Amazonía”, donde se pensaba que vivían las amazonas y donde se creía que se encontraba “El Dorado”.

En las observaciones primeras de Cristobal Colón y Americo Vespuccio sobre Abya Yala y sus habitantes vemos referencias explícitas a la belleza natural de las gentes, al clima agradable y cálido, a la abundante naturaleza y al carácter sencillo de una gente desnuda y considerada primitiva que cumplía todos los requisitos relacionados con “el buen salvaje”.

“Ellos vinieron a la nao con almadías, que son hechas del pie de un árbol, como un barco luengo, y todo de un pedazo, y labrado muy a maravilla. Traían ovillos de algodón hilado y papagayos y azagayas y otras cositas que sería tedio de escribir, y todo daban por cualquier cosa que se los diese. Y yo estaba atento y trabajaba de saber si había oro, y vi que algunos de ellos traían un pedazuelo colgado en un agujero que tienen a la nariz” Cristobal Colón, 13 de Octubre 1492


Cristobal Colón tenía como texto de referencia en su camarote de la nao Santa María el “Libro de las Maravillas” de Jean de Mandeville que fue una especie de bestseller medieval. El libro de las maravillas era una especie de relato de viaje que narraba el encuentro de “cristianos” con seres oníricos y excéntricos en tierras míticas. Sin embargo, los relatos de viaje pueden remontarse a tiempos pretéritos en el seno mismo de una tradición consolidada, como podemos ver con el caso de los textos de la hispanorromana Egeria e incluso el Medea de Séneca donde se hace una referencia explícita a la Atlántida.



Lo  que quiero decir con esto es que lo que estaba bullendo en la cabeza de Cristobal Colón a través de su paso por el Mare Tenebrosum es lo que podemos entender como “umwelt” o presupuestos epistemológicos de comunicación y significación. Es decir,  antes de encontrarse a los habitantes de Abya Yala ya sabía Colón perfectamente lo que se iba a  topar. En consecuencia, al llegar a Abya Yala, muchos de sus prejuicios simplemente tuvieron que confirmarse como, por ejemplo, el que en esas tierras habitaban los míticos antropófagos, llamados "caríbales" o “caníbales” porque habitaban en el Caribe, otro nombre que también ha quedado para la posteridad.


Edward Said denominó “orientalismo” al discurso que heterodesigna al otro/otra/otre a través de un ejercicio de imposición, reestructuracióin y resignificación . El “oriente” con todo su oro, incienso, loto y exotismo no es más que una invención de Occidente siendo la relación entre Oriente y Occidente de índole vertical marcada por la dominación y el poder a partir de los presupuestos exclusivos y totalizadores de Occidente. Aquí se ha de entender Oriente u Occidente no como categorías geográficas sino como categorías epistemológicas. De esta manera las “Indias Occidentales” estarían bajo el imaginario de lo que se entendería como Oriente, creencia que llevó Colón, sin cuestionarse para nada, a su tumba.


Gran parte de la historiografía contemporánea española ve la colonización de Abya Yala a través de un óptica que entiende que el proceso estuvo basado en la armonía y el respeto en comparación con los horrores llevados a cabo por los británicos donde el genocidio fue uno de los objetivos principales. 




Esta falta de autocrítica ha sido parte del ojo de mira de todo el grupo colonialidad/modernidad surgido no solo como alternativa a toda la historiografía eurocéntrica de España y de los estados neocoloniales de Abya Yala y sus discursos reconciliadores, neocolonialistas, clasistas y racistas sino también a los estudios postcoloniales anglocéntricos que han ignorado la colonización anterior a lo que se conoce como la industrialización de Inglaterra ( que no de Escocia, ni de Gales, ni de Irlanda por motivos claramente estratégicos). 



Podemos ver deteniéndonos en determinadas fuentes historiográficas que la limpieza racial también fue intentada por los españoles. A modo de ejemplo, se puede mencionar la investigación de Elvira Menéndez sobre las 80 mujeres que fueron enviadas en el siglo XVI desde la península Ibérica para purificar la casta blanca ( lo que hoy entendemos por “raza blanca”) de los criollos nacidos allí. Historia doblemente triste por su racismo y por su sexismo, sobre la cual se puede leer más detenidamente aquí:





Si bien la "limpieza de sangre" llevada  a cabo por los invasores no dio los frutos esperados sembró las bases del racismo reinante hoy en día en Abya Yala y motivó diversas campañas de blanquización en contextos históricos posteriores ya sea a través del apoyo a la inmigración considerada como blanca, a campañas de conquista, expansión y apropiación, a guerras sucias y a multitud de estrategias de marginación, explotación y aniquilación en los estados neocoloniales.

Volviendo a la época de los virreinatos y de las capitanías generales es obvio que la colonización llevada a cabo antes de la revolución industrial no podía prosperar si estaba dirigida a poblar nuevas tierras, por lo cual se orientó a asuntos más prácticos, como el explotar a los habitantes que ya se encontraban allí. Sin embargo, la versión historiográfica oficial cuenta que tras la contienda de Valladolid entre las Casas y Sepúlveda, los habitantes de Abya Yala fueron considerados como legítimos súbditos de los Reyes de España y protegidos por su gran magnanimidad, obscureciendo así otros discursos que pueden jugar un papel para hacernos entender la historia desde diferentes matices.



Por ello resulta imperante tener en cuenta diferentes versiones para obtener una visión más amplia. Si vemos, por ejemplo, las fuentes de los pueblos originarios de Abya Yala donde narran la invasión llevada  a cabo por los españoles, podemos ver como su versión es muy diferente a la que es promovida desde los discursos oficiales tanto en España como en los actuales estados neocoloniales de Abya Yala. Por ejemplo, en uno de los textos escritos en Náhuatl y recopilados por Miguel León Portilla en la “visión de los vencidos” se cita sobre los invasores una idea que difiere mucho a la tan asentada de la de la llegada de unos dioses, llámesen Quetzacoatl, viracochas o de cualquier otra manera:



"Se les puso risueña la cara... como si fueran monos levantaban el oro... como unos puercos hambrientos ansiaban el oro..." La visión de los vencidos.





E. H Carr en su obra “Qué es historia?” nos narra que la idea que tenemos hoy en día sobre las personas medievales como hiperrreligiosas es una idea fija e incuestionable. Incuestionable porque no disponemos de otras fuentes que narren discursos alterativos o bien porque han sido destruidas o bien no han sido escritas o encontradas. Sin embargo, la imagen que se tenía sobre las personas del imperio ruso como hiperreligiosas, fue completamente destruida en 1917, y es que se podría decir de una manera hegeliana que hay diferentes discursos que luchan en agonía a través de una dialéctica donde al final de la cual uno se acaba imponiendo frente a otro. Sin embargo, el que uno se imponga, no quiere decir necesariamente que los demás desaparezcan.



¿ Y qué tiene que ver todo esto con la bisexualidad y con este blog?

Pues realmente mucho y aquí es donde quiero concluir este texto. Podemos partir del racismo para entender el sexismo, el sexismo para entender el cisexismo, el cisexismo para entender el clasismo, el clasismo para entender el capacitismo y así podemos continuar ad aeterno. Muchos de estos discursos van cambiando sus apariencias pero siguen una lógica similar. Por ello podemos partir de los estudios postcoloniales/transcoloniales para entender ciertos aspectos a tratar dentro de los estudios sobre bisexualidad.



La visión emanada de un discurso monosexista sobre las personas bisexuales y la bisexualidad es la que se ha impuesto, al menos por el momento, como la única válida y reconocible. Podemos ver que todo ese bagaje en forma de presemiosis, del que he hablado que tenía Cristobal Colón en su desquicie descubridor, es el que impera en las mentes monosexistas vis-à-vis las personas bisexuales hoy en día. La manera a través de la cual somos vistes, resignificades o reestructurades se basa en las pautas establecidas por una especie de libro de viaje que todas las personas monosexistas conocen y cuyo valor es innegable ya que viene legitimado por cierta tradición y el sentido común, el mismo sentido que hizo entender a las personas del Medievo que los fósiles de dinosaurios eran de dragones, el mismo que hizo pensar a Cristobal Colón que llegó a la India.



Esta visión monosexista, a la cual hago referencia, no se trata simplemente de una decisión consciente y reflexionada de las personas monosexistas, tiene una historicidad y un enraizamiento social muy fuerte constituyendo todo un habitus o matriz cognoscente; y es que, cuando no podemos controlar los prejuicios, nos transcienden de tal manera que son ellos mismos los que consiguen controlarnos  a nosotres; llegando a tener la función, como bien dice Foucault y Butler, de puertas exclusivas de acceso a través de las cuales llegamos a ser subjetivades. Sin embargo, el problema de los prejucios no son los prejuicios en si, sino la la lógica en la cual están basados y las consecuencias tan terribles que pueden acarrear de una manera escalada.

Quizá los pegasos sí que existan realmente, aunque sean grises, aburridos, vivan en zonas frías y debajo del agua.... quizá. 

















Pero eso ya son detalles que cuestionan los presupuestos sobre los cuales basamos nuestra identidad, nuestro imaginario colectivo y en consecuencia, el mundo en el que creemos y queremos vivir. En realidad todxs sabemos que los pegasos son blancos, ungulados y vomitan arcoiris, al igual que todxs sabemos que en la Amazonía viven guerreras con solo un pecho, que las personas bisexuales son espectros paranormales de tonos morados y que el término Abya Yala es una ficción.

Se dice "América" (o "Estados Unidos") 


...y tengamos la fiesta en paz!














sábado, 1 de noviembre de 2014

AUTOCONCIENCIA BISEXUAL EN UN MUNDO DOMINADO POR EL MONOSEXISMO



 
( diseño de Shiri Eisner)

A lo largo de mi camino como actiBista me he involucrado en diferentes contextos con diferentes tipos de personas para desarrollar un actiBIsmo que ha variado mucho tanto en forma como en contenido, aunque el mínimo común denominador siempre haya sido la bisexualidad o la bifobia.

Me he visto involucrado en contextos queer donde a través de la autogestión hemos intentado elaborar estrategias anti-monosexistas en los mismos contextos queer, tan dominados algunas veces por una agenda política que poco tiene que ver con una política queer y mucho con una política “feminista radical” ( es decir, un tipo de feminismo de la segunda ola esencialista, dicotómico, trans/bifóbico y biologicista).

Todavía no entiendo como gente de la asamblea ”transmaricabollo” de Madrid no usa la bandera queer en sus asambleas o manifestaciones sino que usan la misma que es empleada para anunciar macrofiestas de tipo neoliberal y capitalista o es utilizada en el activismo identitario cishomonormativo institucionalizado, es decir, la del arcoíris. O más bien sí lo entiendo, porque de un activismo tan centrado en culos, ovarios, coños ETC y con tan poca idea de la transversalidad y la intersección entre las diferentes estructuras de poder no se puede esperar gran cosa.

Y es que realmente, dentro del estado español, el activismo queer no se desarrolla en ese tipo de asambleas sino que dentro de ciertos espacios autogestionados ocupados o en grupos independientes en donde se escriben diversos zines y textos como, por ejemplo, el “manifiesto Bicioso” de Mononoke y Mia Farrow Biciosa”.

( En la imagen, bandera queer)

También me he visto involucrado en grupos LGTB regionales ( cuando digo regionales me refiero a Dinamarca) y en la creación de los mismos, donde he comprobado que la bifobia no es simplemente una cuestión de prejuicios sino que está inscrita dentro de una forma de ver el mundo cishomonormativa, tan imperante en contextos LGTB. He comprobado en múltiples ocasiones que hay una infinidad de presupuestos que, por inercia, aparecen en las agendas y no son cuestionados aunque tengan un sesgo claramente bífobo. Tendemos a repetir “por sentido común” formas de hacer política que son totalmente opresivas y verticales.

También he visto en esos contextos, como intereses personales muchas veces socavan y banalizan toda una lucha política donde la instrumentalización y el gamonalismo están totalmente al orden del día.

Internacionalmente he cooperado con diferentes personas y organizaciones bisexuales y, de esta manera, he comprobado la gran variedad de tipos de actiBismo que se puede desarrollar bajo el espectro “bisexualidad” y “bifobia”.

Por último, también he desarrollado actiBIsmo de una manera individual o bien escribiendo artículos para diferentes tipos de revistas, periódicos, o ahora para este blog.

Durante una temporada desarrollé mi actiBIsmo en Danés, durante otra en Inglés y últimamente lo hago en Castellano.

De lo que me he dado cuenta a lo largo de todo este proceso es del diferente grado de autoconciendia adquirido por diferentes personas bisexuales. El feminismo de finales de los años 60 entendió que al estar las mujeres* aisladas unas de otras en sus casas, muchos de sus problemas se entendían como personales y no como formas estructurales de opresión.  A través de reuniones y discusiones en grupos de toma de conciencia, muchas de estas personas acababan políticamente conscientes de su situación, siendo la autoconciencia el primer paso contra la opresión patriarcal.


Estos grupos feministas estaban inspirados por una ideología marxista y, específicamente, por las ideas de explotación, alienación y hegemonía. Concretamente, Antonio Gramsci se anticipó a Foucault y Bordieu cuando habló de Hegemonía. Según este concepto, las clases dominantes no están solo bajo el control represivo del estado ( el cual se podría derrocar si fuese solo así) sino que están también en control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación. A través de estas instituciones, las clases dominantes imponen sus valores en las clases dominadas para perpetuar un estado de homogeneidad en el pensamiento y en la acción, así como una restricción de la temática y el enfoque de las producciones, significaciones y representaciones humanas. Una toma de autoconciencia es, entonces, fundamental para romper con este sistema hegemónico de poder así como con la mátrix de pensamiento único totalizador.


( El verdadero centro del cambio revolucionario nunca es meramente las situaciones opresivas de las cuales intentamos escapar, sino aquella pieza del opresor que está profundamente insertada dentro de nosotras. Audre Lorde)

Pues bien, en relación con el actiBIsmo, vi ayer dos tipos de acciones bisexuales desarrolladas sincrónicamente dentro de las redes sociales y que me parecen ejemplos paradigmáticos.

1)   Por un lado, hubo personas que estuvieron luchando para establecer una secretaría bisexual dentro de ILGA y que, después de su aprobación, han celebrado esta iniciativa.


2)   Por otro lado, hubo otras personas ( con acceso a los mismos grupos de Facebook y , por ende, a la misma información) que, a lo que se pusieron a celebrar fue Halloween ( el día de todos los muertos) con imágenes de calabazas y fantasmas con los colores de la bandera bisexual.


Me llama mucho la atención esto porque es algo que he visto en repetidas ocasiones. Por un lado hay un activismo bisexual ( si se le puede llamar activismo) que no ha llegado a esa autoconciencia de la que he hablado antes  y se centra en aspectos relacionados con una simbología o subcultura bisexual identitaria y punto final. He mencionado el ejemplo de calabazas bisexuales pero también se ven diseños de otras cosas “BI”. En esta línea hay grupos de personas bisexuales, como uno de los grupos de bisexuales de Copenhague, en cuyas actividades se incluye tomar café juntxs, jugar a la petanca o ir al cine, todo esto con una bandera bi a todas partes. En otras ocasiones este tipo de activismo, hace referencias a famosxs bisexuales que dicen cuatro tonterías, generalmente cisexistas, racistas y binarias, y que aunque no tienen absolutamente ningún vinculo con un movimiento político bisexual, son motivo de celebración y veneración como “referentes”.

( Diseño de Shiri Eisner)

Aunque estas actividades a las que hago referencia pueden ser divertidas, entretenidas y, algunas veces, hasta interesantes, no son necesariamente políticas desde una perspectiva de derechos civiles, políticos, económicos, culturales, sociales y humanos. ¿ dónde queda toda la violencia, marginación, explotación y falta de empoderamiento estructural que viven las personas bisexuales? ¿donde están tenidos en cuenta de una manera seria en estas “acciones” todos los datos de depresión o suicidio sobre la población bisexual? ¿ donde constan las deportaciones por ser bisexual y no el estar acogidx dentro de una ley de asilo o las violaciones correctivas que sufren muchas personas bisexuales leídas como mujeres por ser consideradas como falsas heterosexuales?

Por ello, creo que el activismo bisexual necesita todavía de una  mayor toma de autoconciencia. Los problemas de las personas bisexuales son reales y necesitan ser discutidos en serio por personas bisexuales y tomados en cuenta por las mismas personas para encontrar una solución a la situación de opresión estructural que vivimos. Desde mi experiencia, puedo decir que donde he visto que se ha adquirido un grado de autoconciencia elevado dentro de la comunidad bisexual ha sido dentro del estado español y en diferentes contextos de Abya Yala; en muchísimos otros lugares todavía estamos en la fase de lo anecdótico, lo infantiloide o lo gracioso y no se llega a entender la relevancia de una política bisexual más allá de la "bisibilización". Obviamente, una persona como yo que se considera queer, feminista, anticapitalista, antirracista, anti-biologicista, postestructuralista, anarquista y en continuo proceso de deconstrucción encuentra bastante poco interés en todos estos memes o símbolos a los que hago referencia y con los cuales me encuentro bombardeado en múltiples ocasiones.

Una autoconciencia bisexual es el primer paso a la destrucción del monosexismo. Ya es hora de crear puentes y otros caminos que faciliten una mayor toma de conciencia bisexual a nivel global para así poder desarrollar un activismo empoderado desde una conciencia interseccional y transversal. Todavía hay un largo camino por recorrer, pero el primer paso es que tomemos autoconciencia colectiva desde la solidaridad y el respeto a la diversidad.